«Cuando la Paz se Enseña: 16 de Mayo, un Grito Global por la Convivencia»
Mientras el mundo se sacude por conflictos armados, discursos de odio y polarización social, este jueves el calendario recuerda una cita que parece más urgente que nunca: el Día Internacional de la Convivencia en Paz. No se trata solo de un ideal diplomático o una efeméride simbólica. Es un llamado mundial a construir sociedades donde la tolerancia, el respeto y la educación para la paz sean pilares concretos.
Instituido por la ONU en 2017, este día busca más que conmemoraciones vacías: invita a transformar la manera en que convivimos, educamos y decidimos como sociedad. Pero, ¿qué significa realmente «convivir en paz» en un mundo donde aún se criminaliza la diferencia y se enseña el miedo al otro?
En países como Colombia, Sudán o Palestina, donde las heridas del conflicto siguen abiertas, organizaciones civiles han apostado por un modelo educativo que integra la empatía, la mediación de conflictos y la justicia social en las aulas. «La paz no es una ausencia de guerra, es una cultura que se aprende», afirma Lucía Andrade, pedagoga de derechos humanos.
En Europa, iniciativas escolares como el “Programa de Escuelas por la Paz” en España o las “Brigadas de Diálogo” en Francia han mostrado que enseñar a convivir puede reducir el acoso escolar, la xenofobia y los discursos de odio en las nuevas generaciones.
Sin embargo, el desafío es global. Naciones enfrentadas políticamente comparten una verdad incómoda: la paz comienza en el lenguaje, se aprende en casa y se refuerza en las escuelas. Si los niños crecen viendo al diferente como enemigo, la violencia siempre tendrá un futuro.
En un mundo que cada vez grita más y escucha menos, el 16 de mayo no debería pasar desapercibido. Porque la paz no se decreta. Se construye.