En Gran Bretaña, Liz Truss descarta imponer impuestos y promete ayuda ante crisis energética
Liz Truss, primera ministra de Gran Bretaña, dijo que enfrentará la muy seria crisis energética del país mientras se recortan impuestos y descartando imponer cobros a las empresas petroleras para financiar los planes de la nueva gestión con el objetivo de compensar los crecientes costo de calefacción y electricidad.
Truss rechazó los llamados de imponer nuevos impuestos sobre las ganancias de las empresas, aunque no ha explicado aun como financiará un plan que busca ayudar al pueblo británico a pagar los recibos de la electricidad que se han disparado debido al conflicto bélico Rusia-Ucrania, el impacto económico del covid-19 y el Brexit.
“Este país no será capaz de gravar su propio camino al crecimiento”, declaró ante los vítores de los legisladores de su Partido Conservador en una atestada Cámara de los Comunes.
El portavoz de Truss dijo que la primera ministra no cancelará un impuesto a las ganancias impuesto en mayo por el gobierno anterior, pero tampoco impondrá uno nuevo. La gobernante también eliminará un impuesto corporativo anunciado previamente de 19 a 25%.
Truss, de 47 años, encabezó la primera reunión con su nuevo gabinete, un gobierno notablemente diverso tanto en raza como en género.