Educación digital en Colombia: el reto para migrantes venezolanos
VOA.- En medio de la crisis que se vive en el mundo, a causa de la pandemia de la COVID-19, un nuevo reto llegó a la vida de familias migrantes venezolanas que viven en Colombia: adaptarse a las nuevas tecnologías para continuar con el proceso educativo de sus hijos.
Un desafío que también encaran ciudadanos colombianos, desde el momento en que inició la cuarentena obligatoria en dicho país, como medida preventiva indicada por el gobierno para evitar nuevos contagios del virus. A partir del 24 de marzo, tanto educadores como estudiantes, han tenido que utilizar herramientas digitales para continuar las clases académicas en colegios y universidades.
Para Icsa Yanez, migrante venezolana y madre de Josnier Moreno, estudiante de un colegio público ubicado en Bosa, hacer las tareas virtuales que los profesores envían es difícil porque no tienen un computador en casa ni acceso a internet. Esto, explican, ha dificultado la participación de su hijo en las clases virtuales.
“Josnier solamente hace las guías que le manda su profesor por medio de WhatsApp. A veces son demasiadas guías y debemos ayudarlo con los videos y las fotos, hacemos lo que podemos. Sin embargo, ha sabido desenvolverse en sus actividades y los profesores han entendido nuestra situación”, dijo Yanez a la Voz de América.
Desde otros escenarios, la educación en tiempos de pandemia ha sido un desafío también para educadores. Carmenza Acosta, docente del Distrito en Colombia, comenta: “No estaba preparada para enseñar a través de medios digitales. Pienso que, a muchos docentes nos tomó por sorpresa, y no estábamos preparados para hacerlo de la noche a la mañana. Esto ha generado estrés y angustia, ya que se trata de actuar de forma inmediata y efectiva para cumplir con nuestra labor”.
El gobierno que lidera el presidente Iván Duque, a través del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic), ha preparado una serie de herramientas digitales para aprender durante el confinamiento, por medio de la plataforma ‘Aprender Digital: Contenidos para todos’. La iniciativa busca articular la oferta de educación virtual para la comunidad educativa del país mediante contenidos digitales.
Sin Internet, no hay virtualidad
“Lo más difícil ahora es que Josnier no tiene un computador para realizar las actividades y participar. Vivimos haciendo recargas para el celular de 5.000, 8.000, hasta 10.000 pesos. Tenemos que recargar el teléfono para usar WhatsApp. Los videos de YouTube y las reuniones de videollamadas acaban los datos antes de que termine la clase”, comenta Yanez.
De acuerdo con cifras del Boletín Trimestral de las TIC del MinTic en Colombia, publicado en abril de 2020, en el país se registran 6,96 millones de conexiones fijas a internet entre empresas y personas naturales. Son 13,81 conexiones por cada 100 habitantes. Las conexiones fijas disminuyeron con respecto a las observadas en el tercer trimestre de 2019 en -0,59% (40.000 accesos menos).
En el reporte se presenta, además, que la velocidad promedio de descarga por Internet (megabits por segundo, mbps) para los hogares es de 18. Sin embargo, en el estrato 6 la velocidad es 4 veces más alta que en el estrato 1. Los accesos fijos por cable son 4,14 millones y los accesos a través de fibra óptica (tecnología de mayor velocidad) son de 960.000.
Nidia Solórzano Peña, docente del Distrito en Colombia, asegura: “He tenido dificultades de comunicación durante esta pandemia con familias venezolanas porque tienen muy difícil acceso a los medios tecnológicos. Y, a pesar de que son pocos los casos, se ven. Lo hemos hecho a través de llamadas que les he realizado y, aunque pueden buscar una conexión wifi, tienen teléfonos que no permiten hacer videollamadas porque piden actualizaciones no disponibles para esos equipos”.
Así lo confirma la familia Yanez Moreno, quienes no cuentan con un teléfono celular que sea compatible con aplicaciones como Skype, Zoom, Google Meet, entre otras, para estar en videollamadas o descargar actividades desde plataformas robustas.
Cada reto deja una enseñanza
Lucero Pardo, auxiliar de enfermería y ama de casa, es madre de Dilan Sanabria Pardo. Ambos son colombianos. A pesar de que tienen acceso a Internet para asistir a las clases virtuales de su hijo, para ella ha sido un cambio radical porque antes de la pandemia, no se utilizaban plataformas que hoy han aprendido a manejar.
“La virtualidad también tiene sus limitaciones. Hay casos en los que no todos los profesores se conectan y no ha sido buena la comunicación con algunos. Y hay temas que los estudiantes no entienden, entonces eso los motiva buscar la explicación en otras plataformas o conversar los temas con sus compañeros por medio de aplicaciones como WhatsApp”, precisa.
“He aprendido muchas cosas nuevas, a pesar de que no tengo computador. Eso también ha hecho que busque otras opciones para estudiar. Además, estando en la casa nos reunimos más con mi familia y eso es bueno”, dice Josnier Moreno, hijo de Icsa Yanez.
¿Y cuando regresan las clases presenciales?
“Dijimos desde el comienzo: vamos hasta finales del mes de mayo sin colegios y universidades operando, pero vamos a hacer una valoración durante la próxima semana con el equipo de epidemiólogos para dar un mensaje muy claro al país (…)”, dijo el pasado sábado 16 de mayo el presidente Duque, por medio de un comunicado.
Según el presidente Duque, el objetivo es llevar control en los meses que pueden representar picos de la COVID-19. Por otro lado, el miércoles 13 de mayo, la Alcaldía Mayor de Bogotá mediante la resolución 0786 de 2020, extendió las clases virtuales hasta el 15 de junio de 2020. Sin embargo, la decisión definitiva todavía está en proceso, según lo afirmó el primer mandatario colombiano.
Icsa Yanez considera preocupante que las clases virtuales se prolonguen, aunque entiende que es por el bienestar de todos.
“Algunos tenemos muchas limitaciones al acceder a lo digital, no es igual virtual que ir a clase presencial”, concluye esta madre y migrante venezolana.