Conoce las cinco curiosidades reveladas por la modista y confidente de la reina Isabel II
Angela Kelly reveló cómo era Isabel II, monarca del trono británico, “detrás de cámaras” además de sus años como modista oficial y confidente en su libro: “La otra cara de la moneda: la reina, la modista y el ropero”.
El citado libro señala que la reina le dio personalmente a Angela la bendición de compartir su vinculo incomparable con el mundo.
Es allí donde la autora citó las 5 curiosidades más insólitas de la reina, las cuales te mencionamos a continuación:
La reina tenía a alguien que se probaba sus zapatos
Angela Kelly, quien vistió a Isabel II desde el año 2022, confirmó que la monarca tenía un asistente real que se probaba todos los zapatos antes de ser utilizados por la monarca, dado que ella era la “cobarde” que lo hacía.
“La reina tenía muy poco tiempo para si misma y no tenía tiempo para probarse sus propios zapatos, y como calzábamos el mismo número, tenía más sentido de esta manera”, escribió Kelly.
Isabel II escogió la frase que pronunció junto a James Bond
Kelly dijo que a la reina le tomó tan solo cinco minutos en aceptar la oferta de aparecer en el sketch junto al agente James Bond interpretado por el actor Daniel Craig, para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
“La idea le divirtió mucho y aceptó de inmediato. Entonces le pregunté si le gustaría hablar. Sin dudarlo, Su Majestad respondió: »Por supuesto que debo decir algo. Después de todo, él vendrá a rescatarme», recordó Kelly.
«Le pregunté si le gustaría decir: »Buenas tardes, James» o »Buenas noches, señor Bond», y ella eligió la segunda, conociendo las películas de Bond. En cuestión de minutos, estaba dándole las buenas noticias al director Danny Boyle. Creo que casi se cae de su silla cuando le dije que el único requisito de la reina era que ella pudiera pronunciar esa frase icónica de »Buenas noches, señor Bond», reveló.
La aparición de la Reina en Royal Ascot
La aparición anual de Isabel II en la carrera de caballos, Royal Ascot, realizado en las afueras de Londres, es un evento que genera expectativas para los británicos. Es allí donde también hacen apuestas sobre el color del sombrero que llevaría la reina.
Kelly dijo que, al enterarse de tal apuesta, se reunió con Paddy Power, dueño de la casa de apuestas.
«Acordamos que las apuestas por el color del sombrero de la reina tuvieran una hora de cierre, para evitar cualquier trampa», contó.
Saludar a Michelle Obama con un abrazo fue un “instinto natural”
Angela Kelly señaló que ciertos informes en donde alegaban de que la reina abandonó el protocolo real tras devolver el abrazo de la ex primera dama de EEUU, Michelle Obama, en el 2009, están lejos de la realidad.
«En realidad, fue un instinto natural para la reina mostrar afecto y respeto por otra gran mujer, y realmente no hay un protocolo que deba cumplirse», escribió.
«Cuando se siente cariño realmente se trata de bondad humana y esto es algo que la reina siempre acogerá cálidamente. Cualquiera que esté cerca de su majestad no es una amenaza y ciertamente es de confianza», explicó.
Michelle Obama escribió en sus memorias, Becoming («Mi historia»), que el abrazo ocurrió cuando ambas coincidieron en que un largo día con tacones las había dejado con dolor de pies.
«Éramos dos mujeres cansadas oprimidas por nuestros zapatos», recordó.
El secreto inusual detrás de la prenda para los bautizos reales
Kelly reveló como el “fuerte” té de Yorkshire ayudó a recrear una réplica de la túnica Honiton, el vestido de bautizo que usó la monarquía británica desde 1841 con el bautizo de la princesa Victoria, hija mayor de la reina Victoria.
La réplica se usó por primera vez en el 2002 para el bautizo de James, vizconde Severn, hijo del príncipe Eduardo y nieto de Isabel II.
Nuevamente fue utilizada en el 2018 en el bautizo del príncipe Luis, hijo del príncipe Guillermo y Catalina, duquesa de Cambridge.
«Para asegurarnos de que se viera auténtica, la teñimos con té de Yorkshire (el más fuerte, como todos sabemos)», escribió Kelly sobre la prenda.
«Colocamos cada pieza de encaje en un tazón pequeño, lleno de agua fría y una bolsita de té y lo dejamos durante unos cinco minutos, verificando regularmente hasta que el color quedara perfecto», detalló.
