Internacional

China avisa a Filipinas de que «no juegue con fuego» con la cuestión taiwanesa

China pidió este miércoles a Filipinas que «no juegue con fuego en la cuestión de Taiwán«, después de que el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., abriese la puerta a mantener contactos oficiales por motivos económicos con Taipéi, en un momento de crecientes tensiones entre Manila y Pekín.

Mediante una rueda de prensa, la portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo chino), Zhu Fenglian, ha anunciado que China «se opone firmemente a cualquier forma de intercambios oficiales entre países con lazos diplomáticos con China y la región de Taiwán». Una región que la República Comunista China reclama como suyo mientras que, desde Taipéi, consideran Taiwán como un territorio soberano.

La portavoz instó al Gobierno filipino a «dejar de enviar señales equivocadas a las fuerzas separatistas que intentan propulsar la independencia de Taiwán».

Desconfianza entre China y Filipinas

Zhu aseguró que “no importa cuánto se esfuercen las autoridades del PDP (gobernante en la isla) en buscar mediante fuerzas externas su independencia; no pueden cambiar que Taiwán es parte de China”.

La guardia costera de China afirma que, desde este miércoles, está llevando a cabo patrullas policiales en aguas alrededor del territorio filipino, en el Mar de China Meridional, debido a las tensiones con el país insular. Las fuerzas marítimas afirman que “los refuerzos llevan a cabo operaciones de seguimiento, vigilancia e interceptación conforme a las leyes”. Además, añadió que “salvaguardan la propiedad territorial, la soberanía y los derechos e intereses marítimos”.

Por su parte, desde Filipinas defienden que ambas naciones mantienen conversaciones “constantes” a través de los canales diplomáticos regulares. “Intercambiamos opiniones sobre varios asuntos, y seguiremos haciéndolo”, indicaba la portavoz del Departamento de Exteriores, Teresita Daza.

Ferdinand Marcos Jr, presidente de Filipinas, enmendó una orden ejecutiva, de 1987, que prohibía a los funcionarios del Ejecutivo filipino realizar visitas oficiales a Taiwán o desarrollar cualquier actividad con la isla sin autorización previa del Departamento de Asuntos Exteriores. Esta enmienda fue firmada el pasado 15 de abril, en ella permiten el viaje a quienes ocupen los cargos de presidente, vicepresidente, secretario de relaciones exteriores y secretario de defensa nacional, aunque mantiene la condición del previo aviso. Por otro lado, otros miembros del Gobierno filipino podrán visitar Taiwán o recibir funcionarios de Taipéi con fines económicos y/o comerciales

Filipinas y Taiwán acercan posturas después de medio siglo

El acercamiento a Taiwán por parte de Filipinas llega 50 años después de que ambas naciones pusieran fin a sus relaciones diplomáticas en 1975, cuando Manila estableció lazos con Pekín, y mientras siguen creciendo las tensiones del archipiélago del Sudeste Asiático con China.

Manila y Pekín mantienen una disputa soberanista en el mar de China Meridional, reclamado casi en su totalidad por el gigante asiático y donde en los últimos meses se han multiplicado los enfrentamientos entre buques de ambos países. China se opone firmemente a cualquier contacto entre altos representantes políticos de otros países y funcionarios de Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y considerada por las autoridades de Pekín como una «provincia rebelde».

Un conflicto diplomático que se extiende por diversas naciones

El Gobierno somalí comunicó el pasado miércoles la prohibición de entrada y tránsito en su territorio de personas con documentación taiwanesa. China respaldó la decisión de Somalia y defiende que “constituye un acto legítimo de un estado soberano para proteger sus intereses”.

Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Exteriores Chino, valoraba positivamente “la postura del gobierno somalí” y afirmó que “Taiwán es parte inalienable del territorio chino”. Estas declaraciones se producen tras la denuncia del Ministerio de Exteriores de Taiwán, que acusó la semana pasada a Somalia de ceder ante la presión de Pekín al vetar el ingreso de ciudadanos taiwaneses

Una disputa que va camino de los 100 años

El conflicto entre China y Taiwán es una disputa geopolítica con raíces históricas, ideológicas y territoriales. China considera a Taiwán como una provincia rebelde y busca la reunificación, mientras que Taiwán se ve a sí mismo como un estado independiente. Esta situación genera tensión en el estrecho de Taiwán y preocupa a la comunidad internacional.

El conflicto se originó después de la guerra civil china. Tras la derrota del Kuomintang (KMT) a manos del Partido Comunista Chino (PCCh), el KMT se refugió en Taiwán y se proclamó la República de China (ROC), que es el nombre oficial de Taiwán.

La República Popular China (RPC), el gobierno comunista en la China continental, considera a Taiwán como parte integral de su territorio y aspira a la reunificación, aunque no descarta el uso de la fuerza si es necesario. Taiwán, por su parte, se considera un estado independiente con su propia Constitución y gobierno.

La disputa ha generado tres crisis en el estrecho de Taiwán: la primera en 1954-1955, la segunda en 1995-1996 y la tercera en 2022, con la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Estas crisis han involucrado amenazas militares, ensayos de misiles y tensión en la zona.

El conflicto tiene implicaciones internacionales. Estados Unidos, junto con otros países, ha expresado su preocupación por la escalada militar en el estrecho de Taiwán y ha reafirmado su compromiso de defender la soberanía y la seguridad de Taiwán. La situación también genera incertidumbre en el comercio y las inversiones, así como preocupación por la seguridad regional.

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