Farándula y más

La mujer que paso 20 años restaurando al Ultima cena y enmendó el gran error de Leonardo

El error de un perfeccionista

Pinin Brambilla, una de las mayores autoridades en conservación de frescos renacentistas, tardó más de dos décadas en restaurar «La última cena” de Leonardo Da Vinci.

No fue fácil salvar el imponente mural de 4 metros y medio de altura, ubicado en la Iglesia de Santa Maria delle Grazie en Milán, Italia.

Irónicamente, parte del mal estado de la obra se debió al perfeccionismo de Leonardo.

Para poder trabajar su obra en detalle, el genio desestimó los métodos tradicionales de la época y optó por una técnica experimental que le permitiría pintar con más calma.

El resultado fue que el mural comenzó a desintegrarse casi apenas terminado.

«El estado de la obra, cuando la vi por primera vez, no se podía creer. No podías ver la pintura original, estaba completamente cubierta por yeso y más pintura. Tenía cinco o seis capas encima», recuerda Brambilla.

Y ya que hoy es jueves santo, fecha en la que los cristianos conmemoran la Última Cena, recordamos cómo fue la delicada y paciente operación para rescatar una de las mayores obras de arte de todos los tiempos.

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