En Santiago las fiestas y aglomeraciones en parques, como el Monumento a los Héroes de la Restauración, así como en colmadones y restaurantes son comunes frente a la indiferencia de las autoridades
Cientos de santiagueros están rompiendo cada día los protocolos sanitarios para contrarrestar la pandemia del COVID-19. En lugares como el Monumento a los Héroes de la Restauración, parques, mercados y en los colmadones son notorias las aglomeraciones de personas sin mantener el distanciamiento físico y sin utilizar las mascarillas de protección.
Además, en muchos restaurantes, donde solo es permitido, en esta fase de la reapertura de la economía, el servicio a domicilio o para recoger los alimentos en los establecimientos, muchos clientes están sentándose a almorzar y consumir bebidas alcohólicas.
Lo mismo ocurre en los colmados, donde el consumo de alcohol sigue siendo parte de la covidianidad de la ciudadanía.
Otros sectores que están violentando las medidas sanitarias para prevenir el COVID-19 son los carros de concho. En las rutas urbanas los choferes están montando hasta seis pasajeros.
Los transportistas justifican esa acción diciendo que no es rentable para ellos transportar cuatro pasajeros en las unidades tipo carro, cómo dispuso el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant).
Muchas de esas violaciones están ocurriendo frente a la mirada indiferente de las autoridades.
Durante este fin de semana fueron realizados varios cumpleaños con decenas de personas en el área Monumental, un lugar celosamente vigilado por agentes de la Policía Nacional y del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), ya que se trata de una zona frecuentado por turistas locales y extranjeros.
Aunque se trató de una medida polémica, para mantener a la población separada en los lugares públicos, desde la Alcaldía de Santiago empezaron a mojar a los ciudadanos que no respetaran el distanciamiento físico en los espacios público y lugares de alta concentración de personas, para evitar la propagación del coronavirus. Ya no están aplicando esa disposición.
En las plazas comerciales, supermercados y bancos no permiten el acceso de personas si no portan mascarillas. En esos lugares las filas son organizadas por los miembros de seguridad guardando el distanciamiento adecuado.