Opinión

Más diversión con menos gastos

Las fiestas de fin de año no pueden obnubilar nuestra razón consciente para priorizar los asuntos materiales importantes por encima de los pasajeros, sin dejar a un lado la tradición.

Para no tener un dolor de cabeza a partir de enero próximo por “alocarnos” sin sentido, debemos actuar con precaución y apegados a gastos definidos y planificados.

Cuando hayamos ahorrado o utilizado en inversiones alrededor del 30% de todos nuestros ingresos durante este mes, por salarios, bonificación y otros, podemos destinar el resto a las celebraciones, y aplicar estrategias de gastos inteligentes.

Una de las recomendaciones es crear un presupuesto de regalo rígido. Hagamos una lista de las personas a quienes haremos obsequios y asignemos una cantidad máxima de dinero para cada uno.

Consideremos, además, regalar algo más allá de lo material, como compartir momentos con familiares, amigos, compañeros de trabajo y otros relacionados. Un tiempo de calidad sería un buen obsequio para una persona necesitada de liberar su mente del estrés y el golpeo del día a día durante esta temporada y en cualquier tiempo.

Es importante planificar con tiempo los menús de nochebuena y año nuevo, para evitar compras de último momento y la improvisación. Planificar las comidas, comprar los ingredientes con antelación y por volumen puede reducirnos drásticamente el costo de las cenas.

El uso de efectivo para compras pequeñas es un buen camino para celebrar las fiestas de fin de año sin remordimientos. Utilizar tarjetas de crédito para todo en diciembre facilita la sensación de ‘dinero ilimitado’.

Retiremos una cantidad de efectivo específica para gastos menores de ocio y compromisos. Desde que lo agotemos, detengamos el gasto para seguir con nuestro propósito “de gozar mucho y gastar poco” en esta época del año.

Celebremos las fiestas de fin de año brindando más amor y cariño a nuestra familia, amigos y compañeros. El verdadero espíritu navideño reside en la conexión, la presencia y la afectividad, que son impagables y no generan deudas.

Disfrutemos sin exceso, prioricemos con conciencia y aseguremos un futuro financiero más liviano. Recordemos que nuestro bienestar económico en enero es el mejor regalo que podemos darnos. Felices fiestas para todos, con más ahorros y menos gastos.

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