“Los Padres Invisibles: Héroes Cotidianos que Merecen ser Honrados”(Un homenaje a quienes dan todo sin esperar aplausos)
Por Ángel Puello
Este artículo fue escrito hace más de 20 años, pero nunca se publicó. Hoy, en este fin de semana de el Día del Padre, lo desempolvo con el corazón en la mano, le agrego vivencias nuevas, reflexiones sinceras, y lo lanzo al mundo como un homenaje a esos padres de los que casi nadie habla, pero que merecen toda la honra del planeta.
Nada es perfecto en la vida, y ser padre no escapa a esa verdad. En una sociedad como la dominicana, donde hay una dolorosa cantidad de hombres que huyen de su responsabilidad después de un embarazo, también hay una reserva valiosa de padres que abrazan su rol con valentía, aunque nadie los celebre.
Este texto es para esos padres invisibles. No para los que llenan titulares por grandes gestos públicos, sino para los que, en silencio, llevan el peso de ser padres reales. Aquí te presento 20 tipos de padres poco visibilizados, pero profundamente admirables:
- El padre divorciado que, aun en crisis económica, busca préstamos durante muchos años para pagar el colegio , la universidad de sus hijos y otros gastos aunque nunca reciba reconocimiento y sus hijos jamás conozcan su verdad.
- El padre sin empleo que, aún sin ingresos, busca la manera de compartir con sus hijos sin dejar que ellos noten la angustia que lo consume.
- El padre proveedor emocional que, aunque en casa no se le dé valor, siempre tiene un abrazo, un consejo o un tiempo para escuchar a sus hijos.
- El padre de un hijo con discapacidad, que ha dejado sueños personales para estar presente en cada terapia, cada consulta, cada paso difícil.
- El padre migrante, que ha cruzado fronteras y duerme poco, enviando cada peso que puede para que sus hijos vivan mejor.
- El padre enfermo que, con dolores o limitaciones físicas, sigue llevándolos al colegio o preparando el desayuno.
- El padre que cría a los hijos de su pareja actual, como si fueran suyos, sin condiciones ni diferencias.
- El padre que nunca fue biológico, pero sí fue presente, guía, mentor, figura paternal real.
- El padre que pide perdón cuando se equivoca, y enseña a sus hijos que los hombres también pueden ser humildes y sensibles.
- El padre que cocina, peina, lava y limpia, rompiendo estereotipos y enseñando igualdad con el ejemplo.
- El padre en silla de ruedas que, con su sola presencia, llena de fuerza a sus hijos.
- El padre separado por un tribunal injusto, que clama por ver a sus hijos y lucha cada día por su derecho de amar y acompañar.
- El padre policía, bombero o militar, que muchas veces sacrifica momentos familiares por proteger a otros.
- El padre maestro, que no sólo enseña en el aula, sino que llega a casa con vocación de formar también a sus propios hijos.
- El padre agricultor, que trabaja desde las 4:00 a.m., para que no falte el pan en casa y sus hijos puedan estudiar.
- El padre de zonas rurales, que camina kilómetros para llevar a su hijo a una escuela porque sabe que la educación es su herencia.
- El padre con múltiples hijos de distintos matrimonios, que no divide su amor y trata a todos con la misma ternura.
- El padre que lucha contra adicciones, que, por amor a sus hijos, decide cambiar su vida.
- El padre que trabaja de noche, para estar presente durante el día, y aún con sueño, ayuda con las tareas escolares.
- El padre que cría a sus nietos porque sus propios hijos emigraron o murieron, convirtiéndose nuevamente en papá a una edad avanzada.
Un homenaje especial a dos figuras admirables:
A los padres que también son madres:
Aquellos hombres que, tras un divorcio o abandono materno, asumieron solos la crianza de sus hijos. Se han convertido en cocineros, enfermeros, consejeros, choferes, confidentes y más. Padres que se aprendieron peinados, horarios de vacunas, fechas de exámenes. Hombres que han sabido ser refugio y fortaleza. Ustedes son una inspiración viva. ¡Honor y respeto para ustedes!
A las madres que también son padres:
En la República Dominicana, ciento de miles de madres han tenido que jugar el doble papel. El padre desapareció y quedó un vacío que ellas llenaron con fuerza, lágrimas, creatividad y amor. Madres solteras que madrugan, trabajan, educan, reprenden y abrazan. Que fabrican momentos de felicidad con recursos limitados. Que lloran solas pero sonríen frente a sus hijos para que no les falte esperanza. ¡Ustedes son guerreras sagradas de esta nación!
Hoy no celebremos sólo al “padre ideal”, celebremos al padre real. Al que falla, pero lo intenta. Al que no tiene todas las respuestas, pero se queda. Al que ama en silencio, sacrifica sin reclamar y construye desde el anonimato.
En este Día del Padre, si conoces a alguno de estos hombres, no le regales solo lo material. Regálale palabras sinceras, un abrazo que diga “te veo”, “te valoro”, “gracias por tanto”.
Porque ellos también merecen ser nombrados. Ellos también merecen ser celebrados.