Lo mal habido se lo lleva el río y de qué forma
Por: Gloria Féliz.
Que mal lo están pasando de aquel lado de la frontera, donde érase una vez tenían un vecino con quien compartían algún río…
Uno que hacía rendir el recurso de las dos partes, el vecino del lado este no se metía , no lo tocaba a menos que fuera necesario, no protestaba.
Solo entendía que eso estaba ahí y ya.
Hasta que un día el vecino del otro lado, el oeste, se le ocurrió la idea de desviar “para supuestamente” sustentarse de él en un mayor porcentaje, más que el que tiene a su lado, sin consultar y lo desvió a su favor.
Con una musiquita por dentro sabía lo que hacía y no le importaba.
Cuando el vecino del lado este se dio cuenta de la acción, sorprendido trató hablarle pero la respuesta fue una negativa y ‘por encima de su cabeza’ obró sin más y se hizo el desvío.
¿Y qué pasó?
A lo poco hubo recursos para eso, no para estabilizar su casa, su asiento fuerte que estaba en la arena y se hundía, pero sí el recurso compartido del cual no tuvo ninguna conversación o conciliación.
Y de repente vinieron las aguas del cielo, desbordaron, se cruzaron más de la cuenta al otro lado y todo se inundó, todo se derrumbó.
Cómo pasar una mano amiga en esas condiciones, se trata, pero no bajo la obligación, solo ver y ver más y decir es cuanto, resuelvan.
