Conservadurismo: La Fuerza que Está Transformando el Mundo y Puede Salvar a la República Dominicana
Por Angel Puello
En este tiempo de profundos cambios sociales y políticos, el mundo se encuentra dividido en múltiples ideologías que ofrecen diferentes respuestas a los desafíos de la humanidad. Entre ellas se destacan el liberalismo, que pone la libertad individual en el centro de la vida política y económica; el progresismo, que busca cambios sociales rápidos con un enfoque en la igualdad; el socialismo, que promueve la intervención del Estado en la economía para redistribuir recursos ; y, por supuesto, el conservadurismo, que defiende la estabilidad, los valores, las tradiciones y la responsabilidad como fundamentos del desarrollo sostenible.
Durante mi juventud, llegué a pensar que la izquierda moderada era la gran alternativa. Observaba su discurso de igualdad y justicia social y lo veía como una vía de esperanza. Sin embargo, la realidad fue distinta: políticas equivocadas, populismo desbordado y crisis económicas en países que abrazaron esas banderas me abrieron los ojos. Hoy reconozco que la verdadera alternativa, la que asegura gobernanza, estabilidad y progreso duradero, es el conservadurismo.
El conservadurismo no significa inmovilidad ni rechazo al cambio, sino la búsqueda de un progreso real basado en pilares sólidos: la familia, la fe, la ley, la responsabilidad individual y la economía productiva. Y los resultados hablan por sí solos. En las últimas décadas, líderes conservadores han transformado naciones enteras: Ronald Reagan en Estados Unidos revitalizó la economía y recuperó la confianza nacional; Margaret Thatcher en el Reino Unido rescató a su país de la crisis y lo convirtió en potencia; Ángela Merkel, desde Alemania, demostró que la disciplina y el orden pueden sostener a toda Europa; más recientemente, Donald Trump impulsó un crecimiento económico récord en EE. UU. antes de la pandemia, y Giorgia Meloni en Italia representa la fuerza de un conservadurismo moderno y dinámico.
En América Latina también se ve este despertar. Presidentes conservadores han impulsado políticas económicas responsables, promovido la inversión y defendido los valores tradicionales como respuesta a un mundo cada vez más inestable.
Ahora bien, ¿por qué el conservadurismo es la mejor alternativa para gobernar en la República Dominicana y en cualquier parte del mundo? Aquí comparto 10 razones contundentes:
- Defiende la familia como núcleo de la sociedad. Cree que la familia es la base de todo desarrollo humano y social.
- Promueve la estabilidad política. No se guía por populismos, sino por la responsabilidad de gobernar con visión de largo plazo.
- Inspira confianza económica. Fomenta la inversión, la propiedad privada y la creación de empleos.
- Respeta la ley y el orden. La seguridad ciudadana es prioridad para que cada dominicano viva en paz.
- Rechaza el despilfarro estatal. Promueve gobiernos eficientes y austeros, cuidando cada peso de los contribuyentes.
- Impulsa la educación y la cultura del esfuerzo. Cree que el progreso llega con preparación, disciplina y trabajo.
- Fomenta el emprendimiento. Apoya a quienes deciden crear negocios y convertirse en generadores de riqueza.
- Protege la soberanía nacional. Antepone los intereses de la nación frente a presiones extranjeras.
- Valora la tradición sin oponerse al cambio. El conservadurismo abraza la innovación, pero siempre sobre raíces firmes.
- Garantiza la democracia real. Defiende la alternancia en el poder, la transparencia y el respeto a las instituciones.
La República Dominicana se encuentra en una encrucijada histórica. Hemos visto cómo con muchos gobiernos el populismo y el clientelismo han debilitado instituciones y cómo la corrupción ha frenado el desarrollo. El conservadurismo ofrece un camino distinto: orden, respeto a la ley, disciplina económica, fortalecimiento de la familia y un Estado que no ahoga al ciudadano, sino que lo acompaña.
La visión conservadora nos permitirá superar la pobreza estructural, reducir la delincuencia, crear un clima de confianza para la inversión y, sobre todo, recuperar el orgullo de ser dominicanos.
El conservadurismo no es una ideología rígida ni anticuada; es la ideología que entiende que el verdadero progreso no se logra destruyendo lo que somos, sino potenciando lo mejor de nuestras raíces.
Hoy más que nunca, la República Dominicana necesita abrazar el conservadurismo como la gran alternativa de futuro. Un futuro donde los valores, la libertad, la familia y la responsabilidad sean los pilares para construir la nación fuerte, justa y próspera que merecemos.
* El autor es estratega de comunión politica, asesor de imagen, en manejo de crisis y productor de contenidos televisivos , digitales y de eventos.