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Políticos y científicos alemanes agitan el debate sobre la viabilidad del regreso del fútbol tras el COVID-19

El Colonia es uno de los clubes de la Bundesliga donde más avanzados están los entrenamientos. Los futbolistas ya practicaban en grupos de diez cuando se detectaron los tres infectados, al parecer dos jugadores y un fisioterapeuta, todos asintomáticos. La noticia ahondó en el centro del debate que enfrenta a los científicos del Gobierno federal con la comisión médica nombrada por los clubes. Una discusión que también ha prendido entre los técnicos del Instituto Superior de Sanidad de Italia y los médicos de la Serie A, cada vez que se plantea el gran enigma. ¿Qué hacer si, una vez comenzada la competición, una persona vinculada a cualquiera de los equipos de la Bundesliga da positivo?

Los virólogos que asesoran a la canciller Angela Merkel han sugerido en un borrador meter en cuarentena a las plantillas afectadas al completo, mientras que los médicos de los clubes defienden que sería suficiente con aislar a los infectados. La posición de los científicos próximos al Gobierno haría inviable cualquier competición en la medida en que —como se verifica en Colonia— los positivos pueden ser inevitables.

Merkel, con cautela

Hasta este sábado Alemania contabilizaba 164.000 infecciones y 6.735 muertes por el nuevo coronavirus. Las cifras sitúan al país entre los más eficaces en el control de la pandemia, circunstancia que ha permitido a sus distintas administraciones comenzar la apertura social y comercial antes que la mayoría. En plena descompresión, hace una semana, los jefes de gobierno de los estados federados de Renania y Baviera insistieron en que estaban listos para reiniciar la Bundesliga el 9 de mayo, en una campaña articulada por el diario Bild y la cadena Sky. Se encontraron con la negativa de Angela Merkel, que, persuadida por sus virólogos de cabecera, ha postergado cualquier decisión sobre la continuidad de la liga hasta por lo menos la reunión con los jefes de los länder del próximo miércoles.

El Colonia resolvió poner en cuarentena de 14 días a los tres positivos mientras que mantiene la rutina de entrenamientos grupales para el resto. El médico del club, Paul Klein, se manifestó a la defensiva en una entrevista publicada en la web oficial: “Los empleados del Colonia no gozan de excepciones”, advirtió. “El servicio público de salud ha evaluado a cada uno de los infectados. El Instituto Robert Koch determina que en caso de positivos la cuarentena solo debe ser respetada por las personas de ‘riesgo uno’, y estas personas son quienes viven en la misma vivienda que el infectado, quienes hayan intercambiado fluidos corporales con él, o quienes hayan mantenido conversaciones de al menos 15 minutos. Los empleados del Colonia que han dado negativo no entran dentro de esta categoría”.

“Yo soy médico”, protestó Klein. “Mi pasión es proteger a mis pacientes. Jamás expondría a jugadores del club a riesgos por que alguien lo pretenda. La decisión de entrenar no la valoro ni yo ni el Colonia. La última palabra la tiene el servicio público de salud, y sus expertos consideran que podemos seguir entrenando. Con más de 1.000 tests hechos en la Bundesliga en los últimos días sería improbable que nadie diera positivo. Ahora se trata de reducir contagios con el protocolo”.

Los positivos del Colonia han avivado el fuego de un debate que ha alcanzado al Bundestag. En el parlamento alemán, el más encendido crítico del regreso del fútbol es Karl Lauterbach, el diputado responsable de Sanidad del partido socialdemócrata. Tras conocer los tres positivos, este viernes, Lauterbach se pronunció en Twitter a favor del confinamiento del Colonia al completo. “Es totalmente irresponsable que los jugadores sigan entrenándose después de haber tenido contacto con tres compañeros infectados”, escribió. “Tendrían que entrar todos en cuarentena del mismo modo que se lo exigimos a los ciudadanos. Además, están poniendo en peligro la salud de otros jugadores. El protocolo de la DFL es un chasco. No es un ejemplo sino un fracaso”.

“Corazón, pulmones”

“No está claro si se infectaron jugadores, asistentes o entrenadores”, protestó el diputado. “Mantener el secreto lo empeora todo porque en el futuro nadie sabrá si su rival estuvo o no infectado. Quien entrena con Covid-19 arriesga sufrir daños en el corazón, los pulmones y los riñones. Me extraña que los jugadores permitan que se haga esto con ellos. El fútbol tiene que ser un ejemplo, no pan y circo”.

Lejos de alarmarse ante los tres positivos de Colonia, el doctor Tim Mayer, miembro de la comisión médica nombrada por los clubes de la Bundesliga y director del Instituto Para la Medicina Deportiva y Preventiva de la Universidad del Sarre, se mostró optimista este viernes. “Ahora vemos en la práctica que nuestro protocolo reconoce en un estado muy temprano los riesgos y los reduce”, dijo; “para ello seguiremos manteniendo un estrecho intercambio de información con las autoridades sanitarias y los expertos médicos. Estamos convencidos de que así daremos a nuestros jugadores las mejores condiciones para protegerse del Covid-19 pudiendo desempeñar el ejercicio de su profesión”.

El director ejecutivo del Colonia, Horst Heldt, se unió a esta corriente que evita los confinamientos colectivos y aspira a concluir la Bundesliga entre mayo y junio: “La salud y la intimidad de nuestros jugadores van por delante de cualquier consideración; las medidas adoptadas hasta ahora, y la estrategia de tests continuos, han mostrado su valía de manera que hemos podido reaccionar con medidas individuales”.

Hasta 14 positivos se han detectado en la Bundesliga desde que las plantillas comenzaron a someterse a las pruebas de Covid-19. La identidad de los portadores y sus clubes permanece oscurecida por la Liga de Fútbol Profesional (DFL). Los casos descubiertos fueron atendidos confinando a los infectados junto con sus familiares. Contra la opinión mayoritaria de los ministros de Deporte de los estados federados, partidarios de encerrar a todas las plantillas si se descubre un positivo, los equipos afectados siguieron entrenando.

El procedimiento es pionero en Europa. Cuenta con el consentimiento los jugadores, que han firmado documentos para hacerse jurídicamente responsables de participar de un proceso que pretende volver a competir antes de junio. Según el semanario Der Spiegel el protocolo sanitario de los clubes prevé hacer tests a todas las personas que comparten domicilio con los futbolistas. Oficialmente, ningún empleado de la Bundesliga se ha negado a entrenar, aunque los clubes están legalmente obligados a respetar sus contratos en caso de negativa.

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