Pareja del Banco Vaticano despedidos por casarse apela ante la justicia
Los dos empleados del banco vaticano despedidos por casarse, debido a una nueva norma del organismo que prohíbe expresamente la contratación de dos cónyuges, han impugnado el despido, por lo que el caso finalmente se dirimirá en el tribunal de la Santa Sede.
El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco vaticano, les notificó a ambos este lunes la «terminación inmediata de la relación laboral, invitándoles a abandonar sin demora su puesto de trabajo», informó hoy su abogada, Laura Sgrò, en un comunicado.
Los pareja se casó el pasado 31 de agosto y a pesar de los intentos de mediación de la Asociación de Empleados Laicos del Vaticano (ADLV), con más de 600 miembros, y de su petición de ayuda al papa Francisco, el IOR finalmente les ha despedido
Esta normativa establece que el contrato de trabajo de ambos empleados, quienes se casaron el sábado pasado, se dará por terminado 30 días después del matrimonio.
Durante este miércoles, la Asociación de Empleados Laicos del Vaticano (ADLV) indicó que han intentado mediar en el caso, pero no han tenido éxito.
“Como asociación que representa las reivindicaciones de sus casi 600 miembros, hemos intentado mediar con el IOR, consultando a expertos en derecho canónico y aportando argumentos para destacar cómo el nacimiento de una nueva familia no puede verse comprometido por reglamentos burocráticos, pero no ha servido de nada”, manifestaron desde la Asociación en un comunicado.
Además, expresaron que sus intentos terminaron en una “fría comunicación” por parte del IOR, “que hacía referencia a un reglamento, que de hecho tiene efectos retroactivos, dado que nuestros dos colegas ya habían fijado la fecha y el lugar de la boda cuando salió el nuevo reglamento”.
En tanto, el diario local Il Messaggero, que reveló el caso en julio pasado, describió a los empleados como “los Romeo y Julieta de más allá del Tíber”, y destacaron su valentía por desafiar la normativa.
Asimismo, trascendió que el despido de ambos se puede evitar, en caso de que uno de los dos renuncie voluntariamente, y según una fuente citada por dicho medio, la otra posibilidad parece ser una intervención directa del Papa Francisco.
Por su parte, de acuerdo a Radio Biobío, la ADLV remarcó que seguirá luchando por un derecho laboral que considere las aspiraciones legítimas de las personas, reforzando el sentido de comunidad en el Vaticano.
“Con la ayuda de todos seguiremos actuando, nos reforzaremos como el organismo deseado por San Juan Pablo II, para que la ADLV sea un actor de concertación en todos los lugares de trabajo”, sentenciaron.
