Macron asegura estar «listo» para un debate sobre el despliegue de aviones con armas nucleares en otros países europeos
Emmanuel Macron ha asegurado que Francia está «lista» para un debate sobre el despliegue de aviones con armas nucleares en otros países europeos. «Siempre ha habido una dimensión europea en la disuasión nuclear, pero no la detallamos para mantener la ambigüedad estratégica», aseguró el presidente este martes durante una larga comparecencia televisiva en TF1, titulada Los desafíos de Francia.
Macron reiteró su idea de una soberanía militar europea en un plazo de 10 o 20 años, aunque recalcó que «Francia no pagará por la seguridad de los demás», y que el jefe de la fuerzas armadas -o sea, el presidente de la República- seguirá siendo el único que decide sobre el lanzamiento de un misil nuclear.
El presidente francés dedicó el arranque de sus entrevistas a la política exterior y la guerra de Ucrania, respaldado en este capítulo por el 40% de los franceses. Macron reconoció que no sabe si Putin acudirá a la cita en Turquía con el presidente Zelenski este jueves, pero afirmó estar dispuesto a volver a encontrarse con él en el caso de un alto el fuego.
«Lo que está en juego en Ucrania es nuestra propia seguridad», recalcó. «Queremos un alto el fuego terrestre, marítimo y aéreo durante 30 días. Pero estamos dispuestos a implementar nuevas sanciones contra Rusia en los próximos días si las negociaciones no avanzan, y en ese punto estamos de acuerdo con Estados Unidos».
Macron rebatió de entrada el sondeo de TF1, que revela que el 69% de los franceses consideran que el países el país está peor que en 2017, en el momento de su llegada al Elíseo, frente al 24% que cree que ni mejor ni peor, y el solo 7% que cree que va mejor.
«Nuestro país suele adoptar una forma de pesimismo sobre sí mismo», declaró el presidente. «Pero durante ocho años hemos intentado resistir a las crisis, ya sea el Covid, los chalecos amarillos, la inflación, el aumento de los precios o la guerra en Europa».
«Pero lo cierto es que hemos recuperado fuerza, nos hemos reindustrializado, hemos dado un giro hacia la decarbonización», se justificó Macron. «Quiero recuperar la perspectiva, pero es eso es bastante típico de nuestro país: vemos principalmente lo que no funciona«.
En el espinoso apartado sobre la reforma de las pensiones, que provocó grandes manifestaciones en el país hace dos años, Macron defendió el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años (en 2030), y puso como ejemplo España, que ha subido el listón a 67 años en 2027 «con un Gobierno socialista».
«¿Trabajan más los españoles que los franceses?», se preguntó el presidente francés. «¿Tiene España un salario mínimo superior al de los franceses? La respuesta es no», recalcó Macron, que invitó a los franceses a revisar el gráfico en el que Francia encabeza, junto a Suecia, el ranking de países europeos por la edad de jubilación más «joven».
Macron se mostró contrario a un referéndum sobre la edad de jubilación, aunque expresó su deseo de organizar «una conferencia sobre el modo de financiación de nuestro modelo social», así como nuevas negociaciones sobre «la evolución de las formas de trabajo y los empleados de mayor edad».
La insólita aparición durante dos horas del presidente francés, respondiendo a preguntas de periodistas, de influencers y de representantes de la sociedad civil se interpretó como un intento de relanzar la recta final de su presidencia, a falta de dos años para las elecciones de 2027. Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa y posible candidato presidencial de la izquierda radical, calificó la intervención de Macron como «un espectáculo político en el que todo se reduce a la agitación permanente«.
Macron dejó abierta la posibilidad de una «consulta múltiple» a los franceses a la vuelta del verano, incluido un referéndum sobre la eutanasia y otro sobre las finanzas públicas (pero no sobre la inmigración).
En su intervención de más de dos horas en en TF1, Macron criticó abiertamente las últimas acciones de Israel en Gaza («lo que está hadiendo Netanyahu no es aceptable») y arremertió contra la política económica de Trump por estar comprometiendo el crecimiento de EEUU.