La mitad de las 244 personas a bordo del avión de Air India con destino Londres habría muerto
“Hay muchos muertos”, ha reconocido ya el ministro de Sanidad indio, sobre la peor catástrofe aérea en su territorio en más de quince años. “Hemos recuperado ya treinta cadáveres en un edificio peinado por los equipos de emergencia”. Pero los medios indios sobre el terreno son mucho más pesimistas y estiman que al menos la mitad de las personas a bordo del vuelo de Air India Ahmedabad-Londres(Gatwick) habrían perecido por el impacto y posterior incendio.
La aeronave acababa de despegar del aeropuerto Sardar Vallabhbhai Patel con destino a Londres-Gatwick cuando, un minuto después, hacia las 13.39, hora local, se ha estrellado. El vuelo AI171 llevaba a 244 personas a bordo, entre los 232 pasajeros y los doce tripulantes. El avión implicado sería un Boeing 787-8 Dreamliner de gran capacidad. Sus depósitos de combustible iban llenos para un vuelo intercontinental, lo que habría agravado las consecuencias del impacto.
Air India se limita a decir que “hay supervivientes”, sin hacer ninguna estimación sobre su número y sin atreverse a dar una explicación sobre el motivo de la tragedia. Pero medios como Hindustan Times temen “un mínimo de 120 muertos”. https://datawrapper.dwcdn.net/gyxCZ/
Según fuentes aeroportuarias, el piloto habría mandado una señal de socorro un minuto después del despegue y segundos antes de que se perdiera el contacto. Tras desplomarse sobre una zona residencial -concretamente, sobre un hostal de personal sanitario- pronto empezaron a circular imágenes de la humareda y de los esfuerzos de los bomberos y servicios de emergencia, con algunos pasajeros evacuados en camillas.
Según la agencia Reuters, en la lista de pasajeros figuraban al menos 53 británicos, 7 portugueses y un canadiense, además de 169 indios. Fuentes diplomáticas lusas reconocen que los pasaportes portugueses corresponden por lo menos en varios casos a indios originarios de las excolonias de Damán y Diu (enclavadas en Guyarat) y que algunos de ellos tendrían también pasaporte británico.
No sé sabe todavía la causa de la catástrofe, pero según portales de aviación, la aeronave apenas se había levantado 130 metros del suelo cuando empezó a perder altura de forma abrupta. Una espesa nube de humo negro era visible desde la terminal del aeropuerto, cercan a Meghani Nagar, la zona residencial donde se habría desplomado el avión. Se desconoce cuántos supervivientes hay pero la cifra de muertos confirmados se eleva ya a treinta.
Ahmedabad es la capital de Guyarat, estado natal del primer ministro indio, Narendra Modi. Este estado costero, de tradición mercantil, se encuentra en el noroeste de India, bordeando Pakistán. La respuesta a la emergencia la coordina el ministro del Interior, Amit Shah, también guyaratí.
Air India, nacionalizada por Indira Gandhi, fue privatizada nuevamente a principios de esta década, siendo recomprada por el grupo TATA, su promotor original. Al saltar la noticia de que un avión de Air India se había estrellado, a más de un indio se le han puesto los pelos de punta, cuando apenas ha transcurrido un mes del último duelo bélico con Pakistán. La aerolínea fue en el pasado diana de secuestros y atentados.
Aunque no parece que este sea el caso, todas las hipótesis están sobre la mesa, incluido un fallo técnico o accidente. El piloto, en todo caso, sumaba miles de horas de vuelo. Tres equipos de emergencia se han desplazado casi de inmediato, al haberse producido el siniestro en un barrio popular que limita con el perímetro del aeropuerto. Noventa y cinco rescatistas llegados de la capital burocrática, Gandhinagar, y de Baroda se han añadido a los esfuerzos. Mientras tanto, todos los vuelos con origen en Ahmedabad han sido suspendidos, mientras que los vuelos con la capital de Guyarat como destino han sido cancelados o desviados. El anterior jefe de gobierno de dicho estado, por cierto, Vijay Rupani, estaría entre los fallecidos.
Air India, la antigua aerolínea de bandera, llevaba en realidad muchos años siendo evitada por los indios, siempre que tuvieran una alternativa. La seguridad, en cualquier caso, no era el motivo de su declive. Su último accidente mortal, en 2020, con 21 fallecidos, en realidad correspondió a su filial de bajo coste, Air India Express (especializada en trasladar trabajadores a la península arábiga, en este caso con motivo de la covid). Uno de sus aviones, procedente de Dubái, se salió de la pista en el reducido altiplano que alberga el aeropuerto de Calicut. Mucho peor fue el accidente de 2010, también de Air India Express, que dejó 158 muertos y solo 8 supervivientes.
