COLOMBIA ALCÁNTARA: LA MUJER QUE TRANSFORMA LA COMUNICACIÓN Y ABRE CAMINO A UNA NUEVA ERA.
De presentadora a empresaria visionaria: el ascenso imparable de una comunicadora que redefine el liderazgo en los medios dominicanos.
Por : Angel Puello
Como cada domingo, me siento a escribir sobre personas que admiro. Sobre esas figuras que, con disciplina, pasión y autenticidad, logran construir carreras que inspiran a todo un país. Hoy, mi pluma se detiene en una mujer que ha sabido ganarse el respeto del público, el reconocimiento de la industria y un lugar privilegiado en la evolución de los medios dominicanos: Colombia Alcántara.
La chispa que motiva este artículo nace del reciente reconocimiento que recibió durante la Octava Entrega del Premio Nacional de Periodismo Digital, donde fue galardonada con una distinción especial mientras su plataforma AlTanto TV obtuvo el premio a Mejor Canal de YouTube del país. Una doble victoria que no solo confirma su excelencia profesional, sino también el impacto real que ha logrado en la comunicación digital de la República Dominicana. La ceremonia, celebrada en el Centro Indotel, no hizo más que ratificar lo que muchos ya sabemos: Colombia no es solo una comunicadora; es una fuerza transformadora dentro del ecosistema mediático.
Desde hace años sigo su trayectoria y la he visto evolucionar con una consistencia admirable. Primero, la conocimos como presentadora de televisión: segura, clara, elegante y profundamente enfocada. Luego la vimos crecer detrás de cámaras, en la producción de especiales televisivos que llegaron a obtener nominaciones y galardones en los Premios Soberano, demostrando que su talento no se limita al lente, sino que también brilla en la creación, la estrategia y la ejecución de contenidos de alta calidad. Esa transición natural —del set a la producción— fue apenas el inicio de una expansión que pocos imaginaban, pero que hoy es una realidad rotunda.
Su plataforma digital, Al Tanto TV, dejó de ser simplemente un canal de YouTube para convertirse en una empresa de medios moderna, influyente y generadora de noticias. Sus entrevistas se convierten en titulares. Sus especiales despiertan conversación nacional. Sus contenidos tienen credibilidad, profundidad y un sello personal que la audiencia reconoce: preguntas inteligentes, trato humano, investigación sólida y valentía para abordar temas que otros evitan.
Pero hablar de Colombia Alcántara es hablar también de resiliencia, de una mujer que no conoce el descanso cuando se trata de perfeccionar su oficio. En un país donde destacar en los medios es un reto, ella lo ha logrado tanto en el mundo tradicional como en el digital, construyendo una dualidad que muy pocos han podido manejar con la misma eficacia. Su nombre hoy es sinónimo de trabajo, constancia y visión empresarial.
A lo largo de su carrera, ha asumido responsabilidades diversas: dirección de programas, creación de formatos televisivos, producción de documentales, cobertura de eventos nacionales e internacionales.
Colombia ha demostrado que la comunicación no es solo un oficio, sino un espacio para crear futuro. Para innovar. Para construir puentes. Para elevar la calidad del debate nacional. Y lo más admirable es que lo ha hecho sin perder su esencia: cercana, respetuosa, auténtica y profundamente comprometida con informar con verdad.
A veces, el tiempo y la experiencia nos regalan una mirada más fina, un “ojo clínico” que detecta futuros inevitables. Y debo decirlo con claridad: Colombia Alcántara está llamada a trascender los medios. La veo, con absoluta certeza, emprendiendo un trayecto natural hacia la vida pública, hacia el servicio nacional, hacia un liderazgo que puede influir positivamente en la sociedad dominicana. Tiene la disciplina, la credibilidad, la empatía y la visión estratégica que exige la política moderna. Y cuando una mujer demuestra la capacidad de transformar un sector… también demuestra que puede transformar un país.
Hoy escribo estas líneas no solo para celebrar un premio, sino para reconocer una carrera que inspira. Colombia Alcántara es un ejemplo de cómo la pasión, la preparación y el trabajo incansable pueden convertir los sueños en plataformas, y las plataformas en legado.
Su historia apenas comienza. Y lo mejor está por escribirse.