Actualidad

Youssef Seddik expresa que el Covid-19 marcara un regreso a la espiritualidad

Confinado en Túnez, el filósofo y antropólogo Youssef Seddik ama desentrañar el sentido de las palabras y con ello, el mundo. En su opinión, la pandemia de coronavirus es el preludio de una vuelta a la espiritualidad.

Pregunta: ¿Qué cambios nos trae esta pandemia?

Respuesta: La pandemia me ha cambiado al reflexionar sobre las palabras, las frases evidentes y que uno creía automáticas. Por ejemplo: matar el tiempo. ¿Qué es un tiempo muerto? Un tiempo muerto no es algo positivo. El confinamiento debe cambiar nuestros automatismos del lenguaje y obligarnos a reflexionar mejor, a no fiarse de las evidencias y las fórmulas típicas.

Quizás estamos en el punto de inaugurar un nuevo pensamiento, un poco como pasó entre la Edad Media y la Edad Moderna. Un pensamiento que se levantará quizás contra el imperialismo de la técnica, de la ganancia, del beneficio y del acaparamiento de riquezas por parte de un pequeño número de personas.

Estamos cansados de nuestra época que ha dado lugar a dos guerras. Hasta el día de hoy vivimos en las sobras de esa época, de la división del mundo en países ricos, en vías de desarrollo y excolonias. Esto ha marcado de manera negativa a la humanidad. Es hora, a partir de esta pandemia, que cambiemos completamente de programa informático.

P: ¿Cómo afecta esta crisis nuestra espiritualidad, en el mundo musulmán en particular?

Encontré algo en común en todos los países que sufren la pandemia: la relación con la muerte. Los ciudadanos de todos los países e incluso los jóvenes, los niños, tienen más humildad a la hora de decir que están vivos y más coraje para mirar a la muerte.

Para el islam, los cuatro pilares culturales (ramadán, peregrinación, caridad y oración) se han vuelto más individuales, están confinados dentro de la persona. Esto es muy importante porque desde hace mucho tiempo en nuestros países musulmanes, la dimensión colectiva y cultural se ha impuesto sobre la dimensión contemplativa del individuo.

Será muy bueno si esto continúa. Va a ayudar a las sociedades islámicas a librarse de todo lo que es gregario, lo que yo llamo la creencia de la manada. Aquello que es fácilmente manejado por un líder, un responsable religioso o una ideología, sea cual sea. Creo que para el islam esto anuncia un amplio futuro y una manera de pensar el islam que muchos pensadores, obras y creaciones desde principios del siglo pasado no han logrado sacudir.

Hoy en día, con la prohibición por razones higiénicas y sanitarias de la mayoría de las prácticas colectivas, creo que la gente va a reflexionar a esta verdad olvidada de que la relación debe ser directa y sin mediación entre lo divino y uno mismo.

P: ¿Qué soluciones propone para el mundo que viene?

R: Primero, luchar contra la tendencia de la gente a acumular dinero para nada y lujos que solo sirven a un pequeño número de personas.

Sería necesario quizás educar a la gente, educar a nuestros niños desde el jardín de infantes, en el principio y la verdad de que un placer solitario es solo eso y que se multiplica cuando es compartido. Sería necesario revisar toda la pedagogía de la convivencia y la sociabilidad.

Si queremos que el hombre lidere de manera positiva el futuro, convendría que la enseñanza cambiase por completo. Que enseñemos a la gente no a descifrar el alfabeto o analizar un texto, sino a leer el mundo. Cuando leemos el mundo, nos damos cuenta que el alfabeto más logrado es el propio ser humano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *