Día Internacional de la Juventud
Cada 12 de agosto, el mundo se detiene para reconocer la fuerza, el potencial y los desafíos de una generación que marcará el rumbo del futuro: la juventud. Desde 1999, esta fecha ha sido proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Juventud, una jornada dedicada a promover su participación en la vida social, política, económica y cultural.
Actualmente, la población juvenil es la más grande registrada en la historia: 1.800 millones de personas entre 10 y 24 años, según datos de la ONU. Sin embargo, detrás de esta cifra se esconden realidades contrastantes. Millones de jóvenes viven en zonas de conflicto, otros enfrentan barreras para acceder a empleos, educación o vivienda, y muchos ven limitada su voz en procesos de toma de decisiones.
La proclamación oficial de este día fue inspirada por la Conferencia Mundial de Ministros de la Juventud, celebrada en Lisboa en 1998. Desde entonces, la efeméride se ha convertido en un llamado global a romper las barreras que frenan el desarrollo de este sector y a garantizar su participación plena en las sociedades.
La historia de este compromiso internacional tiene antecedentes importantes. En 1979, la ONU designó 1985 como Año Internacional de la Juventud, bajo el lema Participación, Desarrollo y Paz. Veinticinco años después, en 2009, se volvió a declarar un Año Internacional de la Juventud, invitando a gobiernos y comunidades a organizar actividades que resaltaran su papel en el desarrollo global.
Más allá de la celebración, el Día Internacional de la Juventud es un recordatorio de que invertir en la juventud no es una opción, sino una necesidad urgente para construir un mundo más justo, inclusivo y sostenible.
Hoy, como cada 12 de agosto, la voz de los jóvenes resuena con fuerza, pidiendo oportunidades, espacios y respeto. Porque su presente es, inevitablemente, el futuro de todos.