Los aliados se revuelven contra Sánchez y su «mal ejemplo» en la OTAN: «Muchos países no están contentos con España»
Las declaraciones contrarias a España se agolpaban. Casi a cada delegación que se le preguntase, el tono hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, era ayer muy crítico en la cumbre de la OTAN que se celebra en La Haya (Países Bajos). A los aliados no les ha gustado en absoluto su rotunda negativa a llegar al 5% del Producto Interior Bruto (PIB) en gasto en Defensa. Tampoco el acuerdo que el líder del Ejecutivo anunció el domingo y en el que se le otorgaba su propia senda de gasto militar pero que, apenas unas horas después, rechazó el secretario general de la Alianza, Mark Rutte. Y la posición española quedaba incluso más en entredicho a medida que Alemania, Francia y Reino Unido abrazaban sucesivamente el objetivo de destinar cinco puntos de su Producto Interior Bruto (PIB) al ámbito militar.
Desde Polonia apuntaban sin ambages que la postura de España es «un mal ejemplo» dentro de la OTAN. La primera ministra de Dinamarca señaló que «no es justo» tratar de tener un acuerdo propio y bilateral. Es algo que muchos diplomáticos llevan tiempo apuntando, especialmente los de aquellos países que se encuentran más cerca de Rusia y, por lo tanto, de un posible ataque de Vladimir Putin. Pero ayer lo dijo muy claramente y en declaraciones públicas la propia Mette Frederiksen, socialdemócrata como Sánchez.
«Muchos países no están contentos con España«, resume a este periódico una fuente diplomática al ser preguntada por el sentir mayoritario en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Los titulares, noticias y editoriales negativos de la prensa internacional, además, no hacen más que amontonarse, y Politico, ese medio que tanto gusta en el Ejecutivo y que tan buen trato le ha dispensado en el pasado, llamó este martes a Sánchez «villano» y «paria«. Muy duro. Todo en el ámbito internacional se desmorona en torno al Gobierno.
También están, por supuesto, los sucesivos ataques del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, definiendo la situación de España como un «problema» para la Alianza. Y el ya apuntado hecho de que Alemania, Reino Unido y Francia se encaminan hacia el 5%.
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El canciller alemán, Friedrich Merz y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, firmaron ayer un artículo conjunto en Financial Times señalando que ambos países están ahora en el 2% pero que irán «más allá». «El objetivo final es alcanzar el 3,5% en gasto duro de Defensa y el 1,5% en gastos más amplios que contribuyan al esfuerzo de defensa. Esta será nuestra forma de fortalecer el pilar europeo de la OTAN», señalaron.
Rutte, incluso, añadió durante la primera rueda de prensa de la jornada que Alemania quiere alcanzar esa cifra ya en 2029. «Van a duplicar su gasto en defensa entre 2021 y 2029. Es decir, que van a pasar de aproximadamente 70.000 millones de euros de inversión a unos 150.000 millones«, expuso, al tiempo que celebró que la primera potencia europea se sumará a Noruega, Suecia, Polonia, Estonia o Letonia.
Pocas horas antes, Reino Unido comunicaba que el premier Keir Starmer había «asumido destinar el 5% del PIB a la seguridad nacional» en 2035. «Esta es una oportunidad para profundizar nuestro compromiso con la OTAN y fomentar aún más la inversión en la seguridad y la resiliencia de la nación», añadió.
Un planteamiento que no es cierto
Pero nada de eso hizo, por supuesto, que España se replantease su posición. El Gobierno mantiene que sólo invertirá el 2,1% del PIB y nada más, y añade que llevar el gasto militar hasta el 5% supondría un esfuerzo de proporciones titánicas que obligaría a subir impuestos y hacer recortes.
Pero este razonamiento se asienta sobre un punto que no es cierto, ya que la OTAN en ningún momento le exige a España elevar el desembolso desde el 2,1% hasta el 5%. Lo que la Alianza quiere es que los países lleven el gasto duro hasta el 3,5% del PIB, y para el punto y medio adicional restante, el que se vincula a elementos como el mantenimiento de infraestructuras críticas o la ciberseguridad, la Organización dará muchas facilidades.
Fuentes de la OTAN afirman que España no tendrá ningún problema para llegar a ese dato. Pero eso no le conviene al Gobierno para su relato político y nacional. Y, en consecuencia, el país se ha quedado sólo y apenas Bélgica y Eslovaquia han amagado con seguir la senda marcada. Este último país, por cierto, gobernado por el nacionalista prorruso Robert Fico.