Actualidad

Massiel Javier de Dotel, a un mes de la partida de Octavio: «Elijo el café que le gustaba, por memoria y por amor»

Incluso en los gestos más simples, como pedir un café, Massiel Javier de Dotel mantiene viva la memoria de su esposo, el exbeisbolista Octavio Dotel. “Elijo el que le gustaba a él. No por rutina, sino por memoria. «Por amor”, confiesa con emotiva sencillez, dejando ver cómo el amor persiste incluso en la ausencia.

Este jueves se cumple un mes de la trágica explosión ocurrida en la discoteca Jet Set, donde perdieron la vida 233 personas. Entre ellas, el exjugador, quien dejó un legado no solo en el béisbol, sino también en su hogar, como esposo, padre y compañero de vida.

En medio del duelo, su viuda Massiel Javier de Dotel rompió el silencio y compartió sus primeras declaraciones públicas sobre la pérdida de su esposo, con quien construyó una familia de tres hijos, y una vida de complicidad, amor y cotidianidad.

“Han sido 30 días sumamente difíciles. No solamente para mí, sino para toda la familia. “Las muertes repentinas tienen esa particularidad: no te puedes preparar para eso”, expresó con voz entrecortada Massiel, quien enfrenta el dolor con entereza.

Dotel dejó tres hijos: un adolescente que cumplió 15 años sin su padre la semana pasada, una niña de 13 y un niño de tan solo cinco años. “Octavio era un padre muy presente, muy divertido, muy amigo. Era como el niño grande de la casa. “Gracias a Dios tenemos una familia muy unida que me ha estado ayudando”, contó.

Massiel reconoce que no ha sido fácil. “Nunca he sido una persona que le guste andar entre grupos. Todo lo hacía con él. Si me iba de viaje era con él. Era mi cómplice para todo. Lo más difícil será hacer las cosas que nos gustaba hacer juntos, ahora sin él”, dijo entre lágrimas.

Enfrentar la ausencia repentina ha sido un reto emocional y psicológico, por lo que ha recurrido a ayuda profesional tanto para ella como para sus hijos. “Cargar sola con tanto no es humano. No es posible”, confesó.

Sin embargo, lo que les ha permitido sobrellevar la ausencia ha sido mantener viva la memoria de Octavio en su día a día. “Si hacemos cualquier cosa, decimos: ‘esto a papi le gustaba’, o ‘vamos a comernos esto porque a papi le encantaba’. Esa es nuestra forma de que él nunca muera en nuestro diario vivir”, explicó.

Massiel concluye con una reflexión cargada de esperanza: “El dolor y la tristeza siempre van a estar. No negar el dolor es parte del duelo. Hay que vivirlo para poder ir sanando. Nunca se irá, pero sé que con el tiempo lo vamos a recordar sin ponernos tristes. Todo lo contrario: recordarlo felices”. 

fuente: listin diario

Si te gustó, comparte esto!!