Internacional

Aumenta el éxodo de gazatíes de Rafah mientras Israel avanza hacia el centro de la ciudad

Tras varios días de operación en Rafah, en el extremo sur de Gaza, los tanques israelíes han avanzado este martes hacia el oeste, han cruzado la principal vía que divide la Franja de norte a sur y combaten en barrios cercanos al centro. Mientras, unas 450.000 personas han huido de la ciudad Rafah desde el pasado 6 de mayo, según ha calculado este martes la UNRWA. En Rafah se hacinan más de un millón de desplazados de otras partes de Gaza y la Cruz Roja Internacional ha anunciado la apertura en la ciudad de un hospital de campaña con 60 camas ante “la abrumadora demanda de servicios sanitarios”. Además, los territorios palestinos registraron 3,4 millones de desplazamientos forzados a causa del conflicto en 2023, una cifra récord debida a la ofensiva israelí en Gaza, según un informe de las ONG Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC) y el Consejo Noruego de Refugiados (NRC) publicado este martes. El número de desplazamientos supera incluso el de la población de Gaza, debido a que muchos gazatíes tuvieron que desplazarse más de una vez. Mientras, el primer ministro de Qatar, país mediador en el conflicto, afirma que las conversaciones para un alto el fuego están “estancadas”.

Cuatro meses más tarde, una división inicialmente preparada para invadir Rafah ―la zona del sur de Gaza que decenas de miles de civiles están abandonando a la fuerza por orden del ejército israelí― volvió a penetrar este domingo en Yabalia, por la reorganización de los milicianos. Tanto allí como en Zeitún —un barrio de la capital gazatí en la que el ejército había dado a Hamás por sometido—, la intensidad de los combates muestra que, tras más de medio año de guerra, la “victoria total” en Gaza ―como defiende el primer ministro, Benjamín Netanyahu― está lejos de pasar por el desmantelamiento de los últimos cuatro batallones de Hamás en pie, todos ellos en Rafah.

No por casualidad, el estamento militar acaba de salir ―desde el anonimato, pero de forma aparentemente coordinada y por primera vez desde que comenzó la guerra― a criticar a Netanyahu. Sin un plan realista para el “día después” de la guerra, las tropas están condenadas al mito de Sísifo, con Hamás llenando los huecos que deja cada retirada para lanzar acciones típicas de insurgencia, aprovechando su conocimiento del terreno.

El propio secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se ha hecho eco de estas dudas en una entrevista televisiva. “¿Qué estamos viendo ahora mismo? Estamos viendo partes de Gaza que Israel ha limpiado de Hamás, donde Hamás está regresando, incluso en el norte, incluso en Jan Yunis […] Si miramos a Rafah, [Israel] puede entrar y tener cierto éxito inicial, pero potencialmente a un coste increíblemente alto para los civiles. Un coste que no es duradero, ni sostenible. Se quedarán cargando con el muerto de una insurgencia duradera porque quedarán muchos [miembros de] Hamás armados, sin importar lo que hagan en Rafah”.

Muertes de soldados y emboscadas de Hamás

Hace un mes que la mayoría de las tropas israelíes están en la carretera que corta Gaza de norte a sur y en las posiciones que la dividen e impiden pasar de una a otra. Tras semanas con más bombardeos aéreos que movimiento de tropas y blindados, han vuelto los anuncios de muertes de soldados y los vídeos de milicianos de Hamás tendiendo emboscadas a las tropas. Marcaron los primeros meses del desigual enfrentamiento, pero se habían convertido en una rareza. Este fin de semana, el ejército ha anunciado la muerte de cinco soldados israelíes y Hamás dio cuenta de decenas de enfrentamientos armados.

Fuente: EL PAIS

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